jueves, 13 de junio de 2013

Calles llenas de niños jugando

Te acuerdas de...?

Aquel tiempo donde las decisiones importantes se tomaban con un "pito pito gorgorito... dónde vas tú tan bonito?... pim pom fuera!
Cuando se podían detener las cosas que se complicaban con un simple: no vale trampa!!
Los errores se arreglaban diciendo: "empezamos otra vez!!"
Tener dinero solo significaba poder comprar una bolsa de chuches...
Para salvar a los amigos en el escondite bastaba gritar:
Por mi y por todos mis compañeros!!!

Descubrir tus más ocultas habilidades con un:
a que no eres capaz!!
Tonto el último!! Era lo único que nos hacia correr hasta que el corazón se nos salía del pecho...
Los globos de agua eran la más moderna y poderosa arma que jamás se había inventado...
Cuando un beso de mama era la mayor recompensa...
Y quitar las ruedas pequeñas a tu bici significaba un gran paso en tu vida.
Cuando el negocio del siglo era cambiar los cromos repetidos.
Cuando ponerte el babi a modo de capa te hacia soñar y desear volar como superman...

Todas estas cosas nos hacían felices... solo necesitábamos un balón, una comba y un par de amigos.

Jugando se aprende mucho. El juego tiene beneficios físicos, sociológicos y psicológicos. Pero actualmente  ¿los niños disponen de mucho  tiempo y sitio  para jugar libremente ?
Volviendo la mirada atrás e intentando recordar los momentos de juego de mi infancia, me doy cuenta  que donde más disfruté y saboreé el juego fue en el pueblo de mis padres, Soria y Salamanca , Cabrejas del Pinar y Boada. Allí la puerta se quedaba abierta durante todo el día hasta la noche, era una puerta abierta a un mundo lleno de aventuras, descubrimientos, experimentos, habilidades sociales, naturaleza y diversión. Fue allí donde estrené mi primera bicicleta, dónde aprendí a tirarme de cabeza en la piscina, donde me manche más , vi mi primera lluvia de estrellas, me caí más veces, me picó mi primera avispa, donde aprendí a  bailar pasodobles... ¡Emocionante!. En la ciudad prácticamente veníamos del colegio, íbamos al parque , alguna extraescolar  y directamente a casa donde también podías jugar y pasarlo genial pero con las limitaciones de ser  en un espacio cerrado . Todo y eso recuerdo que por ello nuestra imaginación y creatividad se desarrollaba de una manera admirable: coreografías de baile en medio del comedor, taconazos de la mami y a vender y comprar, scalextric familiar...
 
                                                               Visto aquí

Actualmente ¿Dónde están los niños en un día normal entre las cinco y las ocho? Algunos en casa y otros en extraescolares...Raro será encontrarnos a niños solos por las calles y si lo hacemos pensaremos directamente que sus padres son unos irresponsables  por ello.

Lo cierto es que cuando los niños superan los 7 años necesitan más autonomía y privacidad. Antes era más o menos la edad en la que nos dejaban salir un ratito solos a la calle . Actualmente como las calles se consideran peligrosas, ésta sería la edad en la que
empiezan a pedir  a los amigos que vengan a casa a jugar. También es la edad en la que los padres, si no lo han hecho ya anteriormente, empiezan a buscar extraescolares para hacer de las tardes un tiempo ocupado, divertido y de provecho. También podríamos decir que es la edad en la que los niños empiezan a coger afición a los videojuegos que más adelante les permitirán "relacionarse" y "jugar en equipo" con otros niños.
 
 
Me atrevería a opinar que pienso que los niños empiezan a edad muy temprana a realizar extraescolares. A unas edades en las que aún no han podido descubrir, sin presión, cuales son sus intereses  y las aptitudes que poseen.
 
 
No hace muchos años los niños tenían la oportunidad de hacer esta experimentación en el contacto con otros niños diferentes en la calle , en el juego libre, dónde podían cambiar de actividades sin normas y sin horarios fijos. Una vez descubierto su interés (9, 10, 11 años) ya podían apuntarse a una extraescolar y potenciar así su talento, con esfuerzo y sin sacrificio ya que la motivación era intrínseca no impuesta.


Con todo esto quiero reivindicar la necesidad de dejar tiempo libre a los niños, tiempo libre para el juego, en el que deciden ellos con quien juegan, sin normas, sin horarios, para que puedan conocer sus límites, dónde se puedan pelear con otros compañeros y reconciliarse a su manera, en definitiva, la potenciación del juego de un juego en el que te acabas conociendo un poco más.
                                                                          Visto aquí
 
Desde mi perspectiva actual  y ya pasada mi infancia y juventud  (la juventud creo que aún no la he pasado :)) os podría decir que si fuera niño y tuviese  todas las tardes llenas de extraescolares dirigidas y videojuegos me parecería muy aburrido .
¿Por qué lo defiendo? porque creo que los niños nos lo agradecerían y conozco a los jóvenes de hoy en día. Jóvenes bastante protegidos, que no conocen del todo sus límites, un tanto inmaduros y con una gran falta de experiencias vitales para su desarrollo personal.


Alguien ha robado a los niños el derecho de ocupar las calles para jugar y lo hemos aceptado. Resulta sorprendente pensar que se trata de recuperar lo que otras generaciones ya hemos tenido. En este caso, volver atrás es positivo y tenemos la tarea de promover el juego tradicional de los niños. Se les echa de menos en las calles. Tonucci en "La ciudad de los niños " ya lo propone. Habría que reivindicar el barrio y sus calles como territorio para disfrutar de juegos “low cost” donde la imaginación, la colaboración y la diversión en compañía de otros niños, haría que las generaciones actuales no crecieran con el mal hábito de jugar de manera individual y en espacios cerrados.

Os dejo un enlace muy interesante  con un listado de juegos tradicionales para empezar a recuperar las calles cómo lugar de juego: Una docena de juegos a recuperar para que los niños disfruten jugando en la calle.

Si queréis ampliar información : Más calles para los niños, si es posible
 
 
¡Qué levante la mano quién se apunta!

8 comentarios:

  1. SiiiI!!! Más jugar al arrancacebollas y menos a cortar verduras con el mando de la wii! totalmente de acuerdo :)


    besos! IRe

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    1. ¡¡Al arrancacebollas!!! jaja. Menudos achuchones nos dábamos...
      Sí, estaría bien potenciar más la imaginación y disminuir las instrucciones pre-establecidas.

      IRe, tú has jugado muy-mucho, se nota, tú creatividad es infinita!!!

      Besazos IRe

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  2. Me acuerdo cuando yo era pequeña y hacía esas cosas que cuentas. Lo de las generaciones anteriores a mi, contaban lo que hacían ellos de pequeños, y también pensaban que lo de ellos había sido mejor. Supongo que los de esta generación recordaran lo suyo y le diran a sus hijos o nietos que su infancia si que fue la buena. Creo que es una cuestión de una idealización romántica de nuestra infancia, no en vano fue un paraiso que no volveremos a pisar :)

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    1. Totalmente de acuerdo Mumamoon. Lo que ha cambiado de las anteriores infancias a ésta es la presencia de las tecnologías y que los niños pasan más tiempo "solos". Está claro que la interacción tecnológica es mucho más escasa que la interacción humana y por ello se desarrollan muchas menos habilidades ,de ahí el potenciar más los juegos tradicionales y el uso de la calle cómo lugar para ello.
      ¿Un paraíso que no volveremos a pisar? Te quiero ver subida este finde en un columpio ;))

      Saludos y buen fin de semana.

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  3. Si en lo de las tecnologias tienes razón, yo aún me acuerdo que lo más tecnologico que había en mi casa era yo que me utilizaban de mando a distancia jajajajaaaja.
    Me subiré :) aún tengo una niña dentro de mi y no la pienso abandonar ;) Besos

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    1. jajaja, me has hecho recordar "momento Tecnológico" cuando le ponía celo a las cintas para poder grabar los temazos de la radio ¡Oh, my God!

      Besos.

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  4. Por eso decidí vivir en un pueblo.
    Mi hijo pedalea todas las tardes por las calles...acaban de construir una "cabaña" en un árbol...y trae las rodillas llenas de moratones y rasguñadas. Me parece idealmente perfecto!!

    ;)

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    1. Muy buena decisión Plebbes.

      Sí, es idealmente perfecto! Yo también vivo en un "poble" .En los pueblos aún se conserva el juego en toda su esencia y esplendor.

      Ayer desde el balcón de casa vi como unas niñas pintaban una "rayuela" en el suelo y se me enamoró el alma...:))

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